jueves, 25 de abril de 2013

Primeros pasos del Nivel 3

("I believe I can fly"... Me hizo recordar a esa canción) y reflexionar acerca del posicionamiento de un docente frente a sus clases y a su alumnado... En mi experiencia como alumna, creo que me costó muchísimo menos empatizar y seguir a mis maestros o profesores que tenían en claro a dónde querían llegar, que se preocupaban mucho más por formarnos como personas, con valores y creencias, que por finalizar el año "con todos los contenidos dados a tiempo"... SUS OBJETIVOS estaban marcados de una manera diferente, desde la CONVICCIÓN y desde las CREENCIAS. Recuerdo que en la época de la "Carpa Blanca", en Argentina, los docentes realizaban distintos tipos de reclamos por mejores condiciones laborales, de sueldo, edilicias, etc. Uno de esos tipos de reclamo fue una huelga de hambre. En aquel entonces yo estaba cursando mis años de escuela secundaria en un colegio privado y varios de mis profesores trabajaban, además, en colegios estatales. Participaban activamente de los reclamos, pero no hubo un sólo día que yo perdiera mis clases porque no las dictaran, porque ellos creían que ésa era una manera de fortalecer el pensamiento y las cuestiones que motivaban sus reclamos. Una tarde, mi profesora de Literatura (con quien sigo contactada gracias a Facebook), entró al aula con un cartel que colgaba en su pecho con la frase "docente en huelga de hambre"; al verla, todos nosotros sentimos el impulso de pararnos y aplaudirla como señal de respeto y de apoyo. La profesora dedicó la mayor parte de la clase para explicarnos por qué hacía lo que hacía, en qué creía, y escuchó cada una de nuestras preguntas, nuestras opiniones y nuestro pensamiento... De esa forma se manejó siempre en cada una de sus clases, nos invitaba a la reflexión, al análisis, a la fundamentación... Siempre intentó cuestionar cada una de nuestras construcciones mentales por el solo hecho de fortalecer nuestra confianza propia y el valor de nuestras ideas... De esa profesora aprendí mucho más que a analizar oraciones sintácticamente... me formó como persona y, sin saberlo, me formó como docente. Hoy (casi 20 años después), soy maestra de niños de 6 años que están comenzando a dar sus primeros pasos por la escuela primaria. Mi principal objetivo es que sean personas de bien, que piensen, que entiendan el por qué de las cosas, que no repitan como loros y cuestionen todo lo que les parece distinto a lo que ellos creen... Pero por sobre todas las cosas, en esta etapa llena de frustraciones, de caídas, de "dolor de aprender", trato de inculcarles la importancia de animarse a intentarlo, el valor de tratar aunque las cosas no salgan bien, de esperar las sorpresas del tiempo... porque yo creo en eso, estoy totalmente convencida de que a pesar de todas las dificultades que pueden aparecer en el camino, uno debe mirar la piedra con la que tropezó y construir con ella, seguir adelante y no darse por vencido... y es mágico ver cómo la vida transforma esas caritas de tristeza y preocupación en admiración, confianza y fe en sí mismos! (Con toda la ternura y la inocencia de un niño de 6 años).

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