Luego de ver este nuevo "vídeo disparador", hay varios conceptos que vuelven a cruzarse por mi mente: EL NÚMERO DE DUMBAR, TENER EN CLARO EL POR QUÉ DE NUESTROS OBJETIVOS Y CREER EN LO QUE UNO HACE... pero sobretodo, el cambio de actitud y de pensamiento.
Me pongo a pensar en el estilo de maestra que trato de
seguir. No creo que mis clases sean estructuradas, pero sí creo en la
planificación previa, considerando diversas variables: posibles dudas y
preguntas de mis alumnos, sus intereses, su forma de participar e interactuar
en las clases. Pero también creo necesario plantear objetivos claros y
flexibles que hagan de cada actividad un espacio de reflexión, que incorpore
cada uno de los aspectos anteriores.
No creo en “dirigir” o “direccionar” el aprendizaje, sino en
orientarlo para que, entre todos, podamos “construir” conceptos, interpretarlos
y aprehenderlos, dándoles sentido para que sean significativos. Les brindo la
posibilidad de ser “dueños” del conocimiento, otorgándoles un lugar para el
debate y el intercambio. Compartir la visión del otro como igual, del adulto
como igual (y no como dueño absoluto de la verdad y el conocimiento) les
permite ganar confianza en sí mismos, libertad de expresarse, sin miedo al
error o a la mirada de los demás.
De cierto modo, siento que TRAL también se propone algo de
todo esto… juntar a personas con ideas diferentes, estilos diferentes, no para
HOMOGENEIZARLOS, sino para que de los choques, oposiciones, debates e
intercambio, surjan nuevas conexiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario